15 septiembre 2008

Espiral de manos


Dirás que no, pero a veces un problema se llega a convertir en un drama, una amistad en un acoso, un amor en una venganza e incluso un deseo en una obsesión. Todo puede desencadenar en algo más terrible. ¿Más terrible que el qué? Sea que lo que sea no puede ser más terrible que la nula existencia de sentimientos. Por eso, sea para bien o para mal hay que sentir, porqué sin eso no somos nada.
Esta espiral de manos desencadenante tiene dos interpretaciones. La primera dice de un hombre asediado por el acoso de miles de manos que le desean, la segundo nos muestra el sentimiento solidario de miles de manos amigas que lo estrechan y lo protegen. ¿Qué ves tú?

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